En la mitología griega - posteriormente traspuesta a la romana -, las Moiras eran las "tejedoras" del destino, quienes decidían el hilo de la vida de cada mortal, sin importar siquiera los deseos de los grandes dioses. En nuestras misiones, hay momentos en los que parece que el destino también interviene, moldeando historias que no podríamos imaginar.
La última misión del año en el St. Joseph Catholic Hospital de Monrovia nos deja muchas historias que contar. Entre ellas, un hito anecdótico: la primera cirugía realizada por un equipo de Surg For All a una persona blanca en África. Un detalle curioso que, como todo, alguna vez tenía que suceder.
Sin embargo, no todas las historias de esta misión han sido ligeras. También hemos enfrentado situaciones tensas, como la de un paciente que, durante el postoperatorio, desarrolló un edema pulmonar. Puede surgir la pregunta: ¿qué relación tiene un problema pulmonar con una cirugía urológica? En muchos casos, el estrés físico que soporta el cuerpo durante la intervención puede desencadenar complicaciones inesperadas.
Aquí es donde las Moiras, o el destino, parecen haber actuado a favor del paciente. ¿Qué habría pasado si no se hubiera animado a venir al hospital para operarse? ¿Habría sufrido el edema pulmonar en su casa, lejos de ayuda médica? ¿Cómo habría afrontado esta complicación sin acceso inmediato a atención especializada?
En este caso, el destino quiso que el paciente estuviera rodeado de médicos cuando lo necesitó. La intervención conjunta de la anestesióloga María Calero, el Dr. Marlon, y el cardiólogo del hospital fue clave para estabilizar al paciente y proporcionarle el tratamiento necesario. Gracias a su rápida actuación, el paciente ahora se recupera satisfactoriamente.
El equipo de Surg For All ya está de regreso en España, tras haber atendido a 36 pacientes y realizado 39 procedimientos. Aunque el número parece insuficiente frente a las necesidades de un país sin urólogos, cada año logramos que más de 100 personas recuperen su salud urológica. Y más importante aún, seguimos avanzando hacia un objetivo a largo plazo: que el hospital St. Joseph cuente con un urólogo en plantilla capaz de dar seguimiento continuo a los pacientes.
Con trabajo constante, algo de ayuda del destino, y, sobre todo, gracias a tu colaboración, esperamos seguir transformando vidas y mejorando la salud urológica de los habitantes de Liberia.
Gracias por ser parte de esta misión.