Proyecto: Primera misión de 2025 al St. Joseph Catholic Hospital de Monrovia
Proyecto: Cooperación con el St. Joseph Catholic Hospital
La última misión de Surg For All al St. Joseph Catholic Hospital de Monrovia ha vuelto a dejar una huella profunda, tanto en quienes reciben como en quienes ofrecen. En esta ocasión, el equipo médico pudo atender a 65 pacientes, realizando 49 procedimientos quirúrgicos, de los cuales 43 fueron cirugías y 9 cistoscopias. Detrás de cada número hay una historia de espera, de sufrimiento y, por fin, de alivio.
Las intervenciones se desarrollaron a lo largo de varios días intensos, en los que el equipo se volcó con profesionalidad y cercanía para ofrecer una atención quirúrgica que, sin estas misiones, sería prácticamente inaccesible para muchas personas en Liberia. Un país en el que el sistema sanitario público apenas puede responder a las necesidades de una población que en su mayoría vive en situación de pobreza.
A pesar de los avances, Liberia sigue siendo uno de los países con mayor índice de pobreza del mundo. Según datos recientes del Banco Mundial, más del 50% de la población vive con menos de 1,90 dólares al día. En este contexto, enfermar supone un riesgo no solo para la salud, sino también para la supervivencia económica de toda una familia. Muchos pacientes que llegan al hospital lo hacen tras meses —incluso años— de posponer una consulta, simplemente porque no pueden permitirse pagarla.
Desde Surg For All, junto a la Fundación Juan Ciudad, financiamos en esta misión la atención a nueve pacientes que no habrían podido operarse sin este apoyo. En total, la atención a estos casos supuso una inversión cercana a los 2.000 euros, que asumiremos entre ambas entidades. Una cifra pequeña si se piensa en términos europeos, pero que en Liberia puede marcar la diferencia entre una vida con dolor o una vida con dignidad.
Cada una de estas personas recibió no solo atención quirúrgica, sino también seguimiento postoperatorio, medicación y acompañamiento. Nuestra intervención busca siempre ir más allá del acto médico: se trata de escuchar, comprender y acompañar a quienes más lo necesitan.
Las 49 intervenciones realizadas durante la misión abarcaron un amplio abanico de patologías urológicas, muchas de ellas con implicaciones graves si no se tratan a tiempo.
Cada intervención tiene un impacto directo en la calidad de vida del paciente, pero también en su entorno: en familias que pueden volver a contar con su ser querido en condiciones de salud, en trabajadores que pueden volver a sus empleos, en madres y padres que pueden cuidar de sus hijos sin el lastre constante del dolor o la enfermedad.
Esta misión también fue especial por otro motivo: la solidaridad llegó más allá de los quirófanos. Gracias al apoyo del IES Orden de Santiago de Horcajo de Santiago (Cuenca), se entregó material escolar al orfanato cercano al hospital, con el que el St. Joseph colabora activamente. Este gesto, impulsado por el compromiso del profesorado y alumnado del instituto, supone una ayuda concreta para niñas y niños que enfrentan no solo la falta de recursos, sino también la orfandad o el abandono.
Ver llegar a los pequeños con sonrisas al recibir cuadernos, lápices o mochilas es un recordatorio de que la cooperación internacional no solo transforma desde lo técnico o lo médico, sino también desde lo humano. Porque la salud es más que ausencia de enfermedad: es posibilidad de futuro.
La misión concluyó con satisfacción por los objetivos cumplidos, pero también con la conciencia de que aún queda mucho por hacer. Cada intervención quirúrgica es un paso, pero el gran reto sigue siendo construir un sistema de salud más fuerte, más justo y más accesible para la población liberiana. En esa línea, nuestra apuesta pasa también por formar a personal sanitario local, dotar de equipamiento al hospital y colaborar en la financiación de estudios de especialización.
Gracias a quienes hacéis posible cada misión con vuestro apoyo, donaciones y gestos de solidaridad como el del IES Orden de Santiago. Vosotros también estáis en cada intervención, en cada sonrisa, en cada niño que abre un cuaderno nuevo. Seguimos trabajando, porque la salud también es un derecho para los más olvidados.