Proyecto: Última misión urológica al St. Joseph del 2025
Proyecto: Construcción de un servicio de urología en el St. Joseph Catholic Hospital

La misión de urología que Surg For All llevó a cabo la pasada semana en el St. Joseph Catholic Hospital llega oficialmente a su fin, dejando tras de sí un balance tan intenso como esperanzador. Durante ocho días de trabajo continuado, el equipo desplazado desde Albacete y Valencia logró operar a 30 pacientes y realizar un total de 34 procedimientos, muchos de ellos complejos y largamente esperados por personas que, sin esta intervención, seguirían afrontando dolor crónico, limitaciones severas o riesgos graves para su salud.
A pesar del elevado volumen de trabajo, la mayoría de los pacientes fueron dados de alta por el propio equipo, recuperándose favorablemente y regresando a sus casas con una nueva oportunidad de bienestar. Solo un pequeño número requerirá seguimiento en la próxima misión, prevista para marzo de 2026, en la que se completará el ciclo de atención y se incorporarán nuevos casos.
También, en los últimos días, acudieron a una clínica cercana, dirigida por una española para evaluar a un paciente oncológico y realizar un drenaje a otro paciente.
Si algo ha querido destacar el director de la misión, es la implicación decisiva del personal local, sin cuyo esfuerzo el impacto sería imposible de sostener. En particular, ha subrayado el papel de Augustine Conteh, quien continúa consolidándose como pilar fundamental del futuro servicio de urología, y el trabajo incansable de Thomas S. Kettor, que una vez más se ha mantenido firme en quirófano, aportando experiencia, dedicación y una capacidad de respuesta admirable.
El crecimiento profesional de ambos no es un efecto colateral: es uno de los grandes objetivos del proyecto. Cada misión no solo atiende a pacientes; construye equipo, fomenta autonomía y refuerza las bases del que será el primer servicio de urología plenamente operativo en Liberia.
Uno de los momentos más simbólicos de la misión ocurrió en su último día, cuando el equipo tuvo ocasión de visitar las incipientes paredes del edificio que albergará el futuro servicio de urología del St. Joseph. Pasear entre las incipientes paredes, observar el trazado de las salas y visualizar lo que en unos meses será un espacio de trabajo esencial para cientos de pacientes, generó una emoción compartida que difícilmente se olvida.
Las obras avanzan según lo previsto, y su evolución refuerza el compromiso de Surg For All con la dotación técnica del servicio, una inversión imprescindible para que este espacio cobre vida y pueda funcionar con los estándares necesarios.
Como es habitual, el equipo regresa a casa agradecido y con ganas de volver, fortalecido por la experiencia humana y profesional que aporta cada misión. La única nota menos positiva —también ya habitual— ha sido la pérdida de dos maletas que jamás llegaron a Monrovia. A la espera de que aparezcan, seguimos trabajando para minimizar estos retos logísticos que, aunque forman parte del camino, no frenan en absoluto la voluntad de seguir avanzando.
El cierre de esta misión no es un punto final, sino un guion que continúa. En marzo de 2026, un nuevo equipo volverá al St. Joseph para dar seguimiento a los pacientes pendientes, atender nuevos casos y continuar formando al personal local mientras el futuro servicio de urología sigue creciendo y tomando forma.
La misión que acaba ahora demuestra, una vez más, que la combinación de esfuerzo sostenido, conocimiento compartido y compromiso real tiene un impacto directo en la vida de las personas.
Seguimos avanzando. Seguimos construyendo. Seguimos salvando vidas junto al St. Joseph.