“Dale un pescado a un hombre y comerá un día, enséñale a pescar y comerá siempre” - Confucio

El "puto" puente

25 de julio de 2018

Proyecto: Tutorización del Dr. Ayuk en cirugía abdominal y urología

( Texto completo en PDF )

Este es mi 4º año en el que vengo con Surg For All (Cirugía Para Todos) a Camerún, un país que tratado de otra forma podría ser un lugar turístico maravilloso porque es precioso, pero que es lo que los cameruneses quieren que sea, un lugar donde lo que importa es lo individual, jamás lo colectivo. Y así les va.

Como sabéis, esta "Mission" (perdonad por el anglicismo) pero siempre le da un tinte de película a nuestras venidas, la hemos centrado en el Hospital Saint Albert le Grand de Bonaberi, en Douala, la capital financiera del país por el puerto y por ser la ciudad más poblada (2 millones de habitantes, más o menos). Sí, más o menos son 20 en el país (no hay estadísticas oficiales), luego más o menos aquí están un 10% de los cameruneses, hacinados, sin recogida de basuras regular y sin semáforos (hay uno y no funciona).

Venimos aquí para completar la formación del Dr Nelson Ayuk, que estuvo con nosotros 6 meses en Valencia, en cirugía de la próstata y de la pared abdominal, y junto conmigo han venido Ana Arbona y Mª José Rodríguez, enfermeras de Surg For All, y el Dr. Guillermo Pou (cirujano general del hospital 9 de Octubre de Valencia) y su mujer Chon como instrumentista. Un equipazo en lo profesional, fuera de serie en lo personal.

Bonaberi es un suburbio de la ciudad que está al otro lado del río Wouri, que desemboca en el puerto de Douala. Como dice Wikipedia, en el estuario del río Wouri, con un caudal más grande que todos los ríos españoles juntos, se extiende Douala y todos sus suburbios, con múltiples zonas anegadas y encharcadas que desde el avión resultan preciosas, que desde el suelo perpetúan una sensación de humedad asfisiante y una legión de mosquitos enemigos. El río es navegable 64 km. y su único puente lo construyeron nuestros vecinos franceses en 1950. Y en 2004 empezaron a reformarlo...

Yo tuve mi primer contacto con el puente hace 4 años; es decir, llevaban unos 10 años reformándolo (ver foto de 2007 bajada de Internet, pues estaba igual que cuando yo lo conocí en 2014) cuando lo pasé medio enterrado entre cajas de pescado y maletas en un jeep en mi viaje exploratorio inicial. Me pareció fascinante cruzarlo en unas 2 horas, con la nube de motos entrecruzándose con coches, sin sentidos establecidos, es decir, todos a una y por donde se pueda. Pero era recién llegado  y me pareció hasta divertido. Entonces ya advertí y me informaron a bombo y platillo que estaban reformándolo y que iban a hacer un puente más grande para evitar los atascos que se formaban. Y ahí quedó la cosa.

Sin embargo, ese puente curiosamente es la única entrada desde Douala a la zona Oeste de Camerún, la zona anglófona, que tristemente ahora está en un estado de pre Guerra Civil como resultado de un país mal acordado en 1960 entre los franceses (actualmente dominantes con un 80% de la población) y los ingleses, con culturas y mentalidades diferentes, no solo el idioma. En un país sin ley ni justicia como la entendemos, lo raro es que esto no hubiera pasado antes. Pero en la zona anglófona está Kumba donde fuimos el primer año (experiencia ingrata) y al Hospital de Shishong, donde las posibilidades de desarrollo las entendimos muy grandes y donde desde que lo conocimos centramos nuestros esfuerzos como ONG. La violencia actual nos obliga a congelar nuestra Mission de otoño y la prevista en febrero, pero esperemos que las cosas se aclaren  y podamos volver pronto, pues el sitio y sus gentes se lo merecen.

Nuestro desarrollo en Shishong ha hecho que hayamos tenido que atravesar ese puente cada vez que hemos venido a Camerún, con suertes diversas. Pero en esta primera Mission viviendo en Douala, y en época de lluvias, la cosa ha sido menos "divertida".

En Bonaberi no hay nada que ver ni hacer; una vez acabamos en el Hospital, nos apetece ir a conocer Douala, que sin ser París, pues algo tiene. Pero hay que atravesar el puente, el puto puente. Y dos veces, porque hay que volver. No sabéis lo que es vivir condicionado por saber si vas a pasarlo en 30 minutos, mínimo requerido, pese a ser una distancia de unos 2 Km. o en 4 ó 5 horas. La legión de motos con 3 y 4 personas (hoy he visto una que llevaba un conductor cargada otra moto estropeada en perpendicular sujetada con cuerdas y afianzada por un propio andando al lado de la misma) se han convertido en 4 años en una rutina ya no tan interesante. Al igual que los taxis desvencijados donde se apiñan hasta 10 personas sin problemas. Y además, te adaptas y ya hasta nos montamos en esos taxis y hasta los compartimos con locales y nos apiñamos...

Para complicarlo más estamos en época de lluvias; eso quiere decir que todas las mañanas cae una cortina de agua que anega los accesos al puente, que siguen en construcción, y se arma la de Dios. Pero ellos, felices o resignados, nunca lo sabré, siguen construyéndolo 14 años después de iniciar su reforma y nadie alza la voz contra este hecho que condiciona la vida de los 2 millones de personas que vivimos en Douala, y que organizamos nuestras actividades en función de la información que nos llega por radio sobre cómo está el tráfico en el puente.

Empecé diciendo que este país es lo que los cameruneses quieren que sea. Y el puente es un ejemplo inmejorable de ello. Aunque sea difícil entender en Europa un colapso de 5 horas, estos ocurren sin una cadencia concreta pues no hay sentido que valga ni en el puente ni en las rotondas de acceso al mismo.  Si se estropea el coche, pues se deja allí tirado. Si hay un accidente, pues ya se apañarán. Si hay acera libre,  tira por ahí, por qué no. Si tengo prisa y cojo una rotonda al revés, pues llego antes. Te la juegas, pero si lo hacen 2000 motos y coches a la vez, en un desorden estructurado, imagina la situación. Aderezada por los cientos de chavales que te venden de todo entre los coches, parados por horas, y a los que lógicamente a veces has de comprar agua o algo de comer para pasar el puente y de los cuales ya he visto 2 atropellados. ¿Cuántos caerán al año?... no hay estadísticas...

Qué orgulloso me siento de esa tradición cristiana de pensar en el prójimo y en esa otra europea de pensar en el bien del colectivo. Pero qué mal lo hicieron los europeos, en África al menos, pues ninguno de los dos principios los supieron transmitir. Pues bien, creo que algún día acabarán el puente nuevo, pero me temo que como no adopten los dos principios, seguiremos, mientras vengamos a Douala, viviendo pendientes del puto puente.

Un abrazo a todos y gracias por vuestro apoyo a Surg For All

Pepe Rubio, Douala 25 de Julio de 2018

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