La última misión de Surg For All al St. Joseph Catholic Hospital de Monrovia ha vuelto a dejar una huella profunda, tanto en quienes reciben como en quienes ofrecen. En esta ocasión, el equipo médico pudo atender a 65 pacientes, realizando 49 procedimientos quirúrgicos, de los cuales 43 fueron cirugías y 9 cistoscopias. Detrás de cada número hay una historia de espera, de sufrimiento y, por fin, de alivio. Las intervenciones se desarrollaron a lo largo de varios días intensos, en los que el equipo se volcó con profesionalidad y cercanía para ofrecer una atención quirúrgica que, sin estas misiones, sería prácticamente inaccesible para muchas personas en Liberia. Un país en el que el sistema sanitario público apenas puede responder a las necesidades de una población que en su mayoría vive en situación de pobreza. A pesar de los avances, Liberia sigue siendo uno de los países con mayor índice de pobreza del mundo. Según datos recientes del Banco Mundial, más del 50% de la población vive con menos de 1,90 dólares al día. En este contexto, enfermar supone un riesgo no solo para la salud, sino también para la supervivencia económica de toda una familia. Muchos pacientes que llegan al hospital lo hacen tras meses —incluso años— de posponer una consulta, simplemente porque no pueden permitirse pagarla. Desde Surg For All, junto a la Fundación Juan Ciudad, financiamos en esta misión la atención a nueve pacientes que no habrían podido operarse sin este apoyo. En total, la atención a estos casos supuso una inversión cercana a los 2.000 euros, que asumiremos entre ambas entidades. Una cifra pequeña si se piensa en términos europeos, pero que en Liberia puede marcar la diferencia entre una vida con dolor o una vida con dignidad. Cada una de estas personas recibió no solo atención quirúrgica, sino también seguimiento postoperatorio, medicación y acompañamiento. Nuestra intervención busca siempre ir más allá del acto médico: se trata de escuchar, comprender y acompañar a quienes más lo necesitan. Las 49 intervenciones realizadas durante la misión abarcaron un amplio abanico de patologías urológicas, muchas de ellas con implicaciones graves si no se tratan a tiempo. Cada intervención tiene un impacto directo en la calidad de vida del paciente, pero también en su entorno: en familias que pueden volver a contar con su ser querido en condiciones de salud, en trabajadores que pueden volver a sus empleos, en madres y padres que pueden cuidar de sus hijos sin el lastre constante del dolor o la enfermedad. Esta misión también fue especial por otro motivo: la solidaridad llegó más allá de los quirófanos. Gracias al apoyo del IES Orden de Santiago de Horcajo de Santiago (Cuenca), se entregó material escolar al orfanato cercano al hospital, con el que el St. Joseph colabora activamente. Este gesto, impulsado por el compromiso del profesorado y alumnado del instituto, supone una ayuda concreta para niñas y niños que enfrentan no solo la falta de recursos, sino también la orfandad o el abandono. Ver llegar a los pequeños con sonrisas al recibir cuadernos, lápices o mochilas es un recordatorio de que la cooperación internacional no solo transforma desde lo técnico o lo médico, sino también desde lo humano. Porque la salud es más que ausencia de enfermedad: es posibilidad de futuro. La misión concluyó con satisfacción por los objetivos cumplidos, pero también con la conciencia de que aún queda mucho por hacer. Cada intervención quirúrgica es un paso, pero el gran reto sigue siendo construir un sistema de salud más fuerte, más justo y más accesible para la población liberiana. En esa línea, nuestra apuesta pasa también por formar a personal sanitario local, dotar de equipamiento al hospital y colaborar en la financiación de estudios de especialización. Gracias a quienes hacéis posible cada misión con vuestro apoyo, donaciones y gestos de solidaridad como el del IES Orden de Santiago. Vosotros también estáis en cada intervención, en cada sonrisa, en cada niño que abre un cuaderno nuevo. Seguimos trabajando, porque la salud también es un derecho para los más olvidados.La realidad que encontramos en cada misión
Cirugía con impacto: más allá de los números
Un gesto de solidaridad que va más allá de la salud
Avanzando hacia una cooperación sostenible
La última misión de Surg For All al St. Joseph Catholic Hospital de Monrovia ha vuelto a dejar una huella profunda, tanto en quienes reciben como en quienes ofrecen. En esta ocasión, el equipo médico pudo atender a 65 pacientes, realizando 49 procedimientos quirúrgicos, de los cuales 43 fueron cirugías y 9 cistoscopias. Detrás de cada número hay una historia de espera, de sufrimiento y, por fin, de alivio.
Las intervenciones se desarrollaron a lo largo de varios días intensos, en los que el equipo se volcó con profesionalidad y cercanía para ofrecer una atención quirúrgica que, sin estas misiones, sería prácticamente inaccesible para muchas personas en Liberia. Un país en el que el sistema sanitario público apenas puede responder a las necesidades de una población que en su mayoría vive en situación de pobreza.
A pesar de los avances, Liberia sigue siendo uno de los países con mayor índice de pobreza del mundo. Según datos recientes del Banco Mundial, más del 50% de la población vive con menos de 1,90 dólares al día. En este contexto, enfermar supone un riesgo no solo para la salud, sino también para la supervivencia económica de toda una familia. Muchos pacientes que llegan al hospital lo hacen tras meses —incluso años— de posponer una consulta, simplemente porque no pueden permitirse pagarla.
Desde Surg For All, junto a la Fundación Juan Ciudad, financiamos en esta misión la atención a nueve pacientes que no habrían podido operarse sin este apoyo. En total, la atención a estos casos supuso una inversión cercana a los 2.000 euros, que asumiremos entre ambas entidades. Una cifra pequeña si se piensa en términos europeos, pero que en Liberia puede marcar la diferencia entre una vida con dolor o una vida con dignidad.
Cada una de estas personas recibió no solo atención quirúrgica, sino también seguimiento postoperatorio, medicación y acompañamiento. Nuestra intervención busca siempre ir más allá del acto médico: se trata de escuchar, comprender y acompañar a quienes más lo necesitan.
Las 49 intervenciones realizadas durante la misión abarcaron un amplio abanico de patologías urológicas, muchas de ellas con implicaciones graves si no se tratan a tiempo.
Cada intervención tiene un impacto directo en la calidad de vida del paciente, pero también en su entorno: en familias que pueden volver a contar con su ser querido en condiciones de salud, en trabajadores que pueden volver a sus empleos, en madres y padres que pueden cuidar de sus hijos sin el lastre constante del dolor o la enfermedad.
Esta misión también fue especial por otro motivo: la solidaridad llegó más allá de los quirófanos. Gracias al apoyo del IES Orden de Santiago de Horcajo de Santiago (Cuenca), se entregó material escolar al orfanato cercano al hospital, con el que el St. Joseph colabora activamente. Este gesto, impulsado por el compromiso del profesorado y alumnado del instituto, supone una ayuda concreta para niñas y niños que enfrentan no solo la falta de recursos, sino también la orfandad o el abandono.
Ver llegar a los pequeños con sonrisas al recibir cuadernos, lápices o mochilas es un recordatorio de que la cooperación internacional no solo transforma desde lo técnico o lo médico, sino también desde lo humano. Porque la salud es más que ausencia de enfermedad: es posibilidad de futuro.
La misión concluyó con satisfacción por los objetivos cumplidos, pero también con la conciencia de que aún queda mucho por hacer. Cada intervención quirúrgica es un paso, pero el gran reto sigue siendo construir un sistema de salud más fuerte, más justo y más accesible para la población liberiana. En esa línea, nuestra apuesta pasa también por formar a personal sanitario local, dotar de equipamiento al hospital y colaborar en la financiación de estudios de especialización.
Gracias a quienes hacéis posible cada misión con vuestro apoyo, donaciones y gestos de solidaridad como el del IES Orden de Santiago. Vosotros también estáis en cada intervención, en cada sonrisa, en cada niño que abre un cuaderno nuevo. Seguimos trabajando, porque la salud también es un derecho para los más olvidados.
Las misiones de Surg For All siempre suponen un desafío, pero la primera de 2025 al St. Joseph Catholic Hospital de Monrovia ha puesto a prueba la determinación y resiliencia de su equipo desde el primer momento. A pesar de las dificultades, el equipo ya está operando, devolviendo esperanza a los pacientes que, sin su presencia, no tendrían acceso a una atención urológica especializada.
El camino hasta Liberia no ha sido fácil. Primero, una avería en los respiradores del hospital puso en riesgo la misión, ya que sin este equipo esencial no se pueden realizar cirugías con seguridad. Finalmente, se logró solventar el problema y la misión pudo continuar.
Después, los problemas burocráticos golpearon al equipo: los dos integrantes procedentes de Ibiza no pudieron viajar debido a un problema con la entrega de visados en España. Como si esto no fuera suficiente, un retraso en el vuelo Madrid - Casablanca provocó que las maletas con parte del material quirúrgico no llegaran a destino a tiempo, complicando aún más la puesta en marcha de las intervenciones.
A pesar de todo, el equipo médico ha sacado adelante la misión con esfuerzo, creatividad y una voluntad inquebrantable.
El país sigue enfrentando una realidad alarmante: la falta de urólogos cualificados deja a muchos pacientes sin atención durante demasiado tiempo, agravando su estado de salud. Esta misión ha sido testigo de casos extremos que reflejan la urgencia de fortalecer esta especialidad en Liberia.
Entre las intervenciones realizadas, destacan dos casos que reflejan la crudeza de esta situación:
Cada una de estas cirugías es una prueba del impacto que tiene la presencia del equipo de Surg For All en Liberia y la necesidad urgente de formar urólogos locales para garantizar una atención continuada.
La solución no puede ser depender eternamente de misiones médicas internacionales. Es imprescindible que Liberia cuente con profesionales propios que puedan atender a su población de manera continua. Conscientes de ello, desde Surg For All hemos dado un paso crucial: financiar la especialización de un médico como urólogo.
En septiembre de este año, un médico seleccionado por el St. Joseph Catholic Hospital comenzará su formación en una universidad africana, gracias a la financiación de nuestra organización. Este es el camino hacia una sanidad más autónoma, donde los pacientes puedan ser tratados sin depender de la llegada de misiones extranjeras.
A pesar de las dificultades logísticas y técnicas, el equipo sigue adelante con su labor. La colaboración con el personal del hospital es clave, y enfermeros como Eliza y Thomas, que se formaron en Valencia entre 2019 y 2020, están demostrando su valía, instrumentando con la calidad de cualquier hospital de referencia.
Cada misión es una batalla contra la adversidad, pero también una muestra del impacto real de la cooperación sanitaria. Gracias al esfuerzo de estos profesionales y al compromiso de quienes apoyan Surg For All, seguimos avanzando hacia un futuro en el que la atención urológica en Liberia sea un derecho accesible para todos.
Este fin de semana parte nuestra primera misión urológica de 2025 al St. Joseph Catholic Hospital de Monrovia, Liberia. No es solo un viaje, sino un paso más en el compromiso que Surg For All mantiene con este hospital y su equipo sanitario. Nuestra labor va más allá de la intervención médica puntual: trabajamos para dejar una huella duradera en la sanidad liberiana, impulsando la formación, el equipamiento y la infraestructura necesaria para el desarrollo de la especialidad de urología en el país.
Siempre hemos apostado por la capacitación del personal sanitario local como piedra angular del desarrollo médico. Gracias a esta iniciativa, profesionales del St. Joseph Catholic Hospital han recibido formación en Valencia para fortalecer sus conocimientos y mejorar la atención a sus pacientes. El Dr. Romaric, Eliza Berry, Rachael Miller, Thomas S. Kettor y Victor Kagbo, cada uno de ellos ha llevado de regreso a Monrovia habilidades especializadas que están transformando la práctica médica en su hospital. La inversión total en formación ha ascendido a casi 25.000 euros, desde 2019, un esfuerzo que refleja nuestra convicción en que la mejor manera de mejorar la sanidad es capacitando a quienes están en primera línea y que ampliaremos este año.
Sabemos que la formación sin recursos no es suficiente. Por ello, hemos invertido más de 100.000 euros en instrumental especializado para la unidad de urología del hospital. Esta dotación ha incluido desde agujas de biopsia hasta un set completo de endoscopia urológica, pasando por un arco en C, un cistouretrofibroscopio y un resector infantil portátil. Además, hemos enviado un contenedor con equipamiento clave como lámparas de quirófano, una torre de laparoscopia y un bisturí eléctrico, entre otros elementos indispensables para ofrecer una atención quirúrgica de calidad.
Nuestro compromiso no se detiene aquí. Estamos trabajando en la construcción de un servicio de urología completo en el St. Joseph Catholic Hospital, que contará con consultas especializadas y quirófanos totalmente equipados. Este proyecto permitirá consolidar la atención urológica en el hospital y garantizar su continuidad en el tiempo. Puedes conocer más sobre esta iniciativa aquí: Un servicio de urología para Liberia.
Además de la formación hospitalaria, nos hemos comprometido a financiar la especialización universitaria en urología del Dr. Agustine, asegurando que Liberia cuente con profesionales altamente cualificados en esta especialidad. Este es un paso clave para la autonomía sanitaria del país y para que, en el futuro, sean los propios médicos liberianos quienes lideren el avance de la urología en su territorio. Más información sobre este proyecto en: Un urólogo para el St. Joseph Catholic Hospital.
Nada de esto sería posible sin el apoyo de quienes creen en nuestra misión. Cada donación, cada gesto de solidaridad, se traduce en mejores condiciones de vida para miles de personas en Liberia. Si quieres ser parte del cambio, únete a nosotros y ayuda a construir un futuro donde la atención médica no sea un privilegio, sino un derecho para todos.
Del 1 al 9 de marzo de 2025, Surg For All dará inicio a un nuevo año de cooperación exterior con la primera misión médica del año en el St. Joseph Catholic Hospital de Monrovia, Liberia. Este hospital, con el que mantenemos una estrecha colaboración desde hace años, será nuevamente el escenario de un trabajo crucial: mejorar el acceso a la salud mediante intervenciones quirúrgicas especializadas y formación al personal local.
El equipo que llevará a cabo esta misión está compuesto por nueve profesionales sanitarios de primer nivel, procedentes de tres localidades diferentes: Barcelona, Valencia e Ibiza. A la cabeza estarán los urólogos Asier Mercadé y Thomas Waekerle, quienes ya lideraron con éxito la misión del año pasado en el mismo hospital.
El equipo incluye no solo a los urólogos mencionados, sino también a un grupo diverso y altamente cualificado:
Juntos, este equipo trabajará durante ocho intensos días para realizar intervenciones quirúrgicas, evaluar nuevos casos y compartir conocimientos con el personal médico y de enfermería del hospital.
Queremos destacar que cinco de los participantes en la misión son nuevas incorporaciones a la familia de Surg For All.
Esta misión no solo se centra en las intervenciones quirúrgicas, sino también en la formación y el fortalecimiento de las capacidades locales. Los objetivos incluyen:
La misión del St. Joseph Catholic Hospital forma parte de un esfuerzo continuo de Surg For All por mejorar el acceso a la salud en regiones con recursos limitados. La continuidad de estas acciones es esencial para generar un impacto sostenible, y cada misión se construye sobre el trabajo y los logros de las anteriores.
La dedicación de este equipo multidisciplinar, unido por su compromiso con la cooperación internacional, es una prueba más de cómo el conocimiento y la solidaridad pueden transformar vidas.
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